Ale, Andre y Marce
Ustedes le han dado regocijo a mi corazón y tranquilidad a mi alma. Son brillantes, estudiantes y personas. Hoy profesionales. De ustedes, me llevo una colección de buenos momentos, de podcasts, de recetas y sabores (desde tortas hasta risottos) y de botellas (vacías) de vino blanco.
Me llevo un tris de un dialecto nuevo, porque llegando a Mac no hablaba de ‘vos tenés’ o ‘vos querés’, y ahora no me imagino una vida sin el ‘vos’. Me llevo expresiones ‘ay amigaaa’ y quizás hasta un poco de un nuevo idioma. Vergaçao, son muchos aprendizajes! Falando sério, con ustedes, Minnesota estuvo warm, calientito.
Hay una metáfora muy bella que dice que las amistades son como piezas de un puzzle, cada una aportando cosas distintas, y juntas todas, permitiéndote ver y construir, por separado o juntos, proyectos que expanden tus horizons.
Yo estoy muy feliz de haber expandido mis propios horizons en su compañía, no solo hacia afuera, con las oportunidades que emprendí, sino también hacia dentro, en mis perspectivas y creencias.
Las amistades son también lugares y sensaciones. Abrazos y sonidos. Experiencias y vivencias; muchas acontecieron en las languages houses -y Osceola, dónde con Jordy (y más temprano que tarde, con Frida) comenzamos nuestras incontables cenitas. Las extrañaré todas. Como también extrañaré sus sonrisas y sus voces, caminando por el campus, cuando me quiera voltear para ver si ahí están
Hoy fue la primera vez que escribí para llorar. En vez de escribir para parar de llorar -que también es una terapia válida. Con el color del sunset reflejando al río el la bicicleta a un lado les digo que el presente, que es todo lo que tenemos, ha sido precioso
Amigas, graduadas: les deseo buena suerte en la costa este gringa, donde nos volveremos a ver…
Les debo una salida a comer!
Felicidades, las quiero!
Besos
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