Capítulo Uno: Indigenismos en nuestra lengua
Poco es nuestro conocimiento de las palabras que vienen de las lenguas indígenas. Somos muchos más conscientes de los anglicismos -que vienen del inglés. Lo que tiene que ver con que estamos más en contacto con las lenguas foráneas que con las nuestras propias, vivas o muertas.
Los indigenismos, que es un término que no hace justicia a la diversidad lingüística del continente, son las palabras de origen indígena en la lengua española. Un ejemplo fácil es el chocolate, que viene del náhuatl xocoatl: xoco (amargo) y atl (agua). Una palabra que hoy está en nuestros diccionarios y en los del mundo entero. Otra palabra del náhuatl es tiza: polvorillo blanco que usan los profesores para escribir en el tablero. Curiosamente en España se usa el indignenismo tiza y en México se dice gis (que viene del Latín): Las palabras viajan
También hay una serie de palabras a las que le tenemos mucho cariño y me atrevería a decir, no por coincidencia, son indigenismos. Por ejemplo: chapulín, capibara, guacho, chicle (Sí, la goma de mascar, parece de pronto una palabra gringa adaptada, pero no, es nuestra), apappachar (que significa abrazar con el alma o dar cariño).
Hay otras palabras, muy prácticas, como cancha (donde se juega al fútbol) o carpa (toldo para acampar o tapar el sol) que también son de origen indígena. Son palabras que por ejemplo mi papá, un alemán colombianizado, dice a diario. Una muestra de que los indigenismos no nos pertenecen a nosotros, los hispanohablantes latinos, ni a los indígenas, sino al lenguaje mismo y a aquel que lo utiliza: El lenguaje es de quien lo habla
La conquista lingüística fue (y es) un fenómeno doloroso. Entre todo lo que se perdió, también nos deja nuevos inventos y curiosidades lingüísticas. Por ejemplo (y otra vez, por que me gusta mucho) apappachar, una vez incorporada toma -naturalmente- las conjugaciones verbales del español: yo apappacho, tu apappachas, ella/el/elle apappacha, nosotros nos apappachamos. Vale la pena remarcar: Los indigenismos son, tanto testimonio de las formas de vida de las culturas ancestrales de este continente, como también prueba irrefutable del genocidio que vivieron.
El lenguaje es para quién lo habla, una herramienta. O mejor aún, una masa sin materia que nos permite a todos por un instante ser artistas, y jugar con las palabras, para darle forma a la realidad: Para contar historias y tragedias. La ortografía, la RAE, lo encierra -como dijo alguna vez Gabriel García Márquez. Los americanismos (de América entera) y los indigenismos (de América antes de que se llamara América) son parte viva y coleante del lenguaje, estén o no en un diccionario de Castilla.
Los indigenismos son regionales. Aquí he puesto los más globales o “mainstream” (Otro mainstream es el aguacate, y su versión gringa (avocado), que también viene del náhuatl). Pero, sin desviarme del tema, hay muchos más propios de cada país, región o ciudad. Son naturalmente mucho más disfrutables para aquel que los conoce y los habla. Por decir varios ejemplos, “guache”, que viene del muisca (la civilización precolombina más grande de Colombia) es una palabra muy usada en Bogotá para describir a la gente vieja casi de manera peyorativa (o “de cariño” en el mejor de los casos). Los muiscas la usaban para describir a una "mujer más bella que el arcoiris". Chigüina/o, una palabra muy curiosa, usada en Nicaragua y otros países de centroamérica para describir a los niños/niñas viene del vocablo náhuatl "xiquin" que significa "pequeño" o "insignificante". En el portugués hay una cantidad inmensa de palabras provenientes de las centenares de lenguas nativas de Brasil. Hay quienes se atreven a decir que el 80% de las palabras del portugués que nombran las plantas y animales se originan del idioma Tupinambá (que agrupa 7 lenguas indígenas). Por ejemplo: cajá, mangaba, penigago.
No por coincidencia, es una constante el origen lingüístico indígena de muchos de nuestros ingredientes y platillos. Lo que liga la cocina y nuestra propia salud con alimentos y tradiciones ancestrales. Por decir algunos ejemplos: tamal, guaraná, mandioca o yuca, mamão (portugués), arepa, maracuyá, cachapa, tortilla. Un dato incluso más curioso, es que la palabra parchita^, que usan en Venezuela para denominar a la maracuyá, también es de origen indígena, concretamente del cumanagoto. Lo que significa que, cuando yo me peleaba con mis primas venezolanas si el español correcto era parchita o maracuyá, en realidad estábamos discutiendo entre si nos gustaba más el indigenismo cumanagoto (parchita) o el guaraní (maracuyá) que, bonus, etimológicamente (en guaraní) significa criadero de moscas. Lo mismo pasa con el maíz (origen taíno), el choclo (origen quechua) y el elote (origen náhuatl): que se refieren a la misma vaina. Incluso las diferencias que, creemos, son diferencias entre idiomas coloniales (el portugués y español), son en su origen, por ejemplo, diferencias entre el maya y el guaraní: es el caso de la abacaxi (palabra portuguesa de origen guaraní) y ananas (palabra en español de origen maya). Con la salvedad de que estas dos palabras, dependiendo de la región, se mezclan y viajan, especialmente en las fronteras.
Palabras en común como maracuyá (entre Brasil y Paraguay) son testimonio de una historia guaraní que precede la formación de las fronteras entre poderes coloniales. Y al mismo tiempo, las diferencias (parchita^ y maracuya, entre Colombia y Venezuela) son testimonio de la inmensa diversidad lingüística precolonial del continente.
La lista es extensa e interminable, porque los idiomas indígenas siguen existiendo, siguen evolucionando y continuarán influenciando el español, así como el español también se incorpora en las lenguas indígenas. Pero aun así, les dejo unos screenshots de algunas palabras que me encontré cuando escribía esta pieza.
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^Parchita (maracuyá), quizá venga de las lenguas indígenas criollas de las islas caribeñas, que usan 'parcha'. Adaptado (o debería decir, venezolinizado) con el diminutivo castellano 'ita' = Parch+ita. Pero, de ninguna manera, una reducción de "passion fruit", como algunos se han atrevido a decir.
Ahora sí, los screenshots varios:
1. Algunos muisquismos en el español hablado en Bogotá, Colombia:
«Chuzo»
Significado original en muisca: “arma, cuchillo”
Significado actual en español: “tienda o local comercial corriente y popular”
«Güeba»
Significado original en muisca: “extranjero” Significado actual en español: “persona tonta, idiota”
«Cucha»
Significado original en muisca: “mujer más bella que el arcoíris” Significado actual en español: “mujer vieja, envejecida”
«Guaricha»
Significado original en muisca: “princesa” Significado actual en español: “prostituta”
«Guache»
Significado original en muisca: “hombre valiente, guerrero” Significado actual en español: “hombre grosero, vulgar”
2. En portugués:
Palabra en Portugués | Significado en español | Palabra enTupinambá | Significado en Tupinambá |
Pixaim | Cabello, crespo | Apixa’im | Crespo, enrugado |
Socar | Golpear, pilar | Sók | Pilar, bater com ponta |
Cutucar | Tocar a otra persona para llamar su atención | Kutúk | Tocar com objeto pontiagudo, ferir |
Pipoca | Grano de maíz pisado | Pípóka | Pele estourada |
Caatinga | Región árida en el nordeste brasileño | Ka’átínga | mato branco |
Capim | bosque | Kapi’í | Erva |
Tocaia | Vigía, acecho | Tokáia | Cabana em que o caçador espreita a caça |
Anticucho (antikuchu): Carne de vaca a la parrilla, generalmente preparada en brocheta. El término «anticucho» se utiliza especialmente para brochetas de corazón de vaca.
Alpaca (allpaqa): Animal similar al camello, cuyo nombre científico es Lama pacos Linneo. La lana de la alpaca es fina y suave y se utiliza para confeccionar prendas de vestir abrigadas.
Achira (achira): Planta cuyo nombre científico es Canna indica o Canna ascendens. Sus hojas se utilizan para hacer lhumitas y tamales, platos típicos cordilleranos.
Calato (q’ara, qarashtu, qalla): El término significa “sin pelos” y se utiliza en español como sinónimo de descubierto, desataviado o de forma figurada como sinónimo de pobre.
Cancha (kancha): Esta palabra tan utilizada en español proviene del quechua, que se refería a un espacio delimitado de terreno. En español la utilizamos para designar el terreno designado para un juego deportivo.
Carpa (karpa): Palabra que se utiliza en diversos países de habla hisptana para referirse a una tienda de campaña.
Chacra (chakra): Granja o una porción de tierra cultivable donde habitualmente también se encuentra una vivienda.
Chala (chhalla): Nombre que se le da a las hojas del maíz.
Chango: En muchos lugares de Latinoamérica es la forma en que se nombre a niños o muchachos.
Aquí muchas más: https://www.ejemplos.co/25-ejemplos-de-quechuismos/
4. Nicaragua:
Nahuatlismo | Significado o referente |
cenzontle | ave |
chilamate | árbol |
chiltepe | árbol |
chinamo | casa |
chingaste | residuo de alimentos |
chunche | objeto |
cuajilote | árbol |
cuate | amigo |
epacina | hierba |
guapino | árbol |
ijillo | vaho del cuerpo |
jacal | casa |
jiote | enfermedad de la piel |
machigua | nisayo |
nesquizar | cocer maíz |
papalote | cometa |
pascón | colador |
petateada | muerte |
pichete | lagartija |
pisca | porción pequeña |
quelite | flor del ayote |
tapa | panela |
tecolote | búho |
tecuán | jaguar |
tetelque | sabor acre |
tile | hollín |
totoposte | persona o cosa grotesca |
Aquí muchas más: http://www.scielo.org.pe/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S2413-26592022000200013
5. Venezuela:
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