Hay gente que conocemos de a partes y de a momentos y aún así se acercan al corazón. Lucas lo conocí sólo de a partes, por lo que escribir sobre él es un atrevimiento, pero desde la lejanía, es mi única manera de expresar mi luto y poner con él mi granito de arena en la narrativa de su memoria, cuya honra pertenece a Gaia, a Salvi y a Gloria, y a sus amigos y familiares más viejos y cercanos, que mejor puedan recapitular y entender al Lucas dentro y fuera de Turbaco. Lucas era amable, cariñoso y soñador. Un artista puro a mis ojos inexpertos, y para muchos otros más expertos, también. Alguien que pintaba con el pincel y la palabra. Y con el hacer. Descendiente de una familia política, Lucas rompió con los esquemas para perseguir el arte y el amor muy por fuera de las expectativas y manías de clase del círculo cachaco en el que nació. Algunas veces me trató de explicar su arte pero yo no le entendí. Aunque me impresionaban sus pinturas, y con unos folletos muy bellos de...